LAS PINTURAS Y LOS FRESCOS DECORATIVOS

LAS PINTURAS Y LOS FRESCOS DECORATIVOS:

Los orígenes de la pintura romana se confunden con los de su escultura y de tal modo se hallan en el arte helenista que aun los ejemplares que de ella se conservan, sobre todo, los mejores, se atribuyen hoy a mano griega. Los romanos tendían más que los griegos a decorar sus paredes con pinturas murales, y aunque siguen la tradición griega, muestran en sus pinturas un gran colorido y movimiento.

Los procedimientos usados en esta pintura debieron ser el encausto, el temple y el fresco. Aunque se sabe que los romanos desarrollaron la pintura sobre tabla, los restos pictóricos conocidos más importantes son de tipo mural, frescos protegidos con una capa de cera que avivaba los colores.

En Pompeya, y pintados al fresco, se descubrieron magníficos retratos como los del Panadero y su esposa, o el de una muchacha, ambos en el Museo de Nápoles.

Los principales monumentos de pintura greco-romana que hoy existen se han extraído de las ruinas de Herculano, Pompeya, Stabia, el Palatino de Roma y de las necrópolis de El-Fayun, en Egipto, además de los mosaicos descubiertos en numerosas ciudades que fueron romanas. La mayor parte de las pinturas murales conocidas corresponde a casas particulares y edificios públicos de Pompeya y Herculano.

ESTILOS DE PINTURA ROMANA:

 -      Estilos de Incrustación: Se denomina así porque sus pinturas sobre el yeso se utilizaron para imitar el aspecto de los muros de mármol pulidos, con colores rojos y amarillentos. Al principio, la pared se ha decorado con revestimientos, con molduras pintadas que imitan a veces puertas y pilastras, pero todo figurado como si fuera de relieve en la pared. Un ejemplo lo tenemos en las Pinturas de la Casa de Salustio de Pompeya o la Casa del Fauno en Pompeya. También la Casa Samnita en Herculano.

-          Estilo Arquitectónico: El segundo estilo de decoración de las casas de Pompeya, que parece algo posterior al de las incrustaciones, es el que se ha llamado estilo arquitectónico, porque en la pared se han figurado elementos arquitectónicos en perspectiva, que tratan de dar idea precisamente de verdaderas construcciones, con columnas avanzadas que figuran destacarse del muro para producir así un efecto de profundidad que ensanche la habitación. Por fin, prosiguiendo en la misma idea, toda la pared se divide en columnas o pilastras, las cuales dejan también ver entre ellas pintorescas composiciones. Hoy se pueden encontrar extensas series de frescos del segundo estilo en la Villa de los Misterios de Pompeya, año 50 a.C., en una magnífica villa excavada recientemente cerca de Oplontis (también del año 50 a.C.). Otro ejemplo son los Paisajes de la Odisea en el Esquilino en Roma, con figuras empequeñecidas, ya que el protagonista es el paisaje.

-          Estilo Mixto u Ornamental: La pared es blanca o negra o de un rojo intenso llamado pompeyano, pero en esta intensa nota de color se destacan mil adornos en miniatura: frisos con pequeñas guirnaldas, fajas verticales con entrelazados, guirnaldas, máscaras y cestitos y, sobre todo, los paños colgantes; están dispuestos estos mil elementos de un modo apacible, procurando sólo que con sus colores complementarios apaguen la nota demasiado intensa del campo uniforme de la pared. Las habitaciones más hermosas pintadas en el tercer estilo se conservan en la Villa de Agripa Postumo en Boscotrecase (10 a.C.). A este estilo puede pertenecer la Casa de los Vetii en Pompeya, con temas complejos: Apolo tocando una lira, niños vendimiando, escenas de herrería, etc.

      Estilo Ilusionista o Escenográfico: Los motivos arquitectónicos fueron de nuevo populares, en él se acentúan los espacios y fingimientos ópticos. Por otra parte, las figuras ocupan grandes extensiones e importancia. Se llama estilo ilusionista, porque no tiene la pretensión de dar un efecto del natural, como el primero y segundo estilos, y porque para enriquecer la pared se vale también de la representación de formas arquitectónicas: columnitas, frisos y ventanas, pero pintados de la manera más fantástica. Pero más que nada su belleza estriba en la infinidad de colores vivísimos que, en aquel torbellino de formas, aparecen y desaparecen en un pequeño espacio de pared. Sin lugar a dudas el mejor ejemplo lo ofrecen los frescos de la Villa de los Misterios de Pompya, con escenas báquicas de danzantes, rituales, silenos tocando liras y flautas, flagelaciones, orgías... Otro ejemplo pueden ser la Villa Donna en Herculano.

También hay frescos llamados por Vitrubio “Megalográficos”. Representan personajes de tamaño natural que componen escenas. Pueden aparecer arquitecturas para dar un mayor realismo No hay muchos pero sí de una gran calidad.

Añado un video donde se pueden observar algunos de los frescos.

VOLUBILIS:

Según el libro en francés en Volubilis la mayor parte de la decoración se centraba en las columnas y en cuanto a las pinturas se centraban en la utilización de colores diferentes para imitar al mármol pulido además de la utilización de pinturas florales y la geometría. Debido a este texto podemos decir que en Volubilis se daba el estilo de incrustación romano. Pero con algunas variantes. Podemos afirmar esto también debido a que las casas de Volubilis tratan de alrededor del siglo III a.C y el estilo de Incrustación es más o menos del siglo II a.C.

REFERENCIAS:
- Wikipedia, fecha de actualización: 8/03/2013, fecha de consulta: 4/03/2013. Se puede ver en: http://es.wikipedia.org/wiki/Pintura_de_la_Antigua_Roma
- Arte España; fecha de consulta: 4/03/2013. Se puede ver en: http://www.arteespana.com/pinturaromana.htm
- Tomás Perez Molina, La Pintura Romana, fecha de actualización: 14/11/2007, fecha de consulta: 18/03/2013. Se puede ver en: http://www.slideshare.net/tomperez/la-pintura-romana
- Francisco Hidalgo, La Pintura Romana como Decoración de la Domus, fecha de actualización: 12/11/2012, fecha de consulta: 18/03/2013. Se puede ver en: http://artetorreherberos.blogspot.com.es/2012/11/la-pintura-romana-como-decoracion-de-la.html
- ETIENNE, Robert (1960): "Les maisons". Le Quartier Nord-est de Volubilis. Editions de Boccard. Paris.